Su casa olia a esas rosas que quedan
resistiéndose al tiempo en las portilleras
de una huerta. Aurelio G Ovies.
Desde que tengo conciencia del tiempo Año Nuevo siempre fue una fecha especial en mi casa. Era el cumpleaños de mi madre y su santo y lo celebrábamos de manera especial. No hacían falta muchas cosas. Bastaban un café, las roscas de sarten que ella hacía y la compañía de los vecinos y de la familia para que año nuevo fuera una fiesta. Cuando se hizo mayor y ya no pudo vivir en su casa nunca le faltaron las llamadas de felicitación de esos vecinos . ni de sus sobrinos y procuramos entre todos que siguiera siendo un poco su día . Y quiso irse un año nuevo , Seguro que a pesar de haber llegado a nuestras vidas personas nuevas que la querían echaba de menos a aquellas que celebraron con ella muchos cumpleaños. Ya era hora de volver a celebrarlo con ellos. Pero que sepas mamá
que a pesar de que lo intento Año Nuevo no es lo mismo sin ti.
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