Cuando llego al silencio
me froto los ojos
y rechazo las voces. Miguel Redondo.
Acabo de escuchar en la radio una canción de esas antiguas. Una copla. Una de esas canciones que forman parte de mi vida pues me las cantaba mi madre cuando yo era niña. Y me pregunto porque hemos perdido la alegría, porque ya no cantamos ... Y no me digais que es por la crisis.... no me lo creo porque en los años cincuenta no creo que la vida fuera mucho más fácil que ahora. Y si embargo aquellas mujeres que trabajaban en el campo y en casa, que también tenían problemas de pareja, que no se podían permitir comer una cosa diferente cada día, ni más de unas zapatillas al año cantaban . Y cantaban haciendo su trabajo y nos cantaban a sus hijos... Nosotras no tenemos esa alegría que ellas tuvieron. No se lo que se ha perdido en el camino pero estoy segura que a pesar de todos los avances alguna cosa importante hemos hecho mal convirtiéndonos en seres constantemente insatisfechos.
Es verdad: la gente ya no canta. En aquellos tiempos de misera se cantaba. Me parece una observación muy interesante.
ResponderEliminargracias por tu comentario y por leer esto tan de andar por casa tan distinto a lo tuyo Gracias Paco
EliminarAna, creo que en la última frase está la respuesta "alguna cosa importante hemos hecho mal convirtiéndonos en seres constantemente insatisfechos." Cuándo ocurrió, qué parte de culpa tenemos nosotros mismos por no poder mirar más allá de nuestro ombligo, qué parte de culpa es de la sociedad de consumo. Antes por lo patios de luces no sólo se oía cantar, sino también la gente hablaba una con otra, compartía sus preocupaciones, sus penas y sus alegrías. Qué hemos dejado en el camino. Quién lo sabe...
ResponderEliminarY lo de "andar por casa" es tan importante como lo que escribe Paco que, a veces, sólo a veces no se entiende. Un beso para los dos.
ResponderEliminarGracias Bea por tus comentarios y por leerme
ResponderEliminar