sábado, 4 de octubre de 2014

Recordaré los días  en que estuvimos juntos,
cálidos días de agosto, tranquilos, relajados.
días fríos al amor de la lumbre, callados, silenciosos,
la felicidad no precisa palabras,
recordaré esos días en que estuvimos juntos
ellos, quizás me traigan la paz que necesito.     A. C,




A cualquiera que cuente mis vacaciones seguro que me envidia. Este año han sido inolvidables Viaje por distintos continentes,  America y Africa especialmente, durmiendo en tipis con tribus que todavía no estaban contaminadas por la civilización, cazando mamuts y persiguiendo bisontes. Contemplé como expertos surfistas cogían olas en una piscina  de 2 metros por dos y medio, Asistí a conciertos de rock con instrumentos hechos con materiales de lo más sofisticado (plásticos y latas), y a representaciones teatrales donde  se necesitaban invitaciones  especiales. Busqué en un cielo estrellado a la osa mayor  y a Andrómeda  y participe  en fiestas  nocturnas espectaculares. A pesar de todo aún me quedó tiempo para hacer bizcochos y arreglar el mundo delante de un café , y escuchar y comentar los mismos recuerdos de todos los veranos con gente a la que quiero. Y todo esto y más sin salir del corral de mi casa. Y ahora que ese corral está ya recogido y sin vida y yo llena de nostalgia  me pregunto ¿ Quien puede querer ir al Caribe  pudiendo tener un corral ?

3 comentarios:

  1. Tienes toda la razón, seguro que el Caribe no da para tanto...Gracias por crear recuerdos inolvidables de veranos infantiles...

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  2. Porque hay mucha gente que no tiene un corral y porque a veces, muchas veces, hay que poner distancia de ese corral para apreciar su verdadero valor. Lo segundo lo digo por experiencia. Un beso Ana.

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    1. gracias Bea, pero también para disfrutar de un corral se necesita a personas a las que quieres y yo este verano gracias a dios las tuve Un besin

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